Si estás pasando unas días en Lanzarote, sabrás que frente a ella, se encuentra el archipiélago Chinijo y dentro de este, la Isla de La Graciosa. Esta pequeña isla que se encuentra frente al Risco de Famara ha sido declarada como la octava isla canaria.

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Este pequeño trocito de tierra cuenta con tan solo 29 km² y 700 habitantes que, francamente, son unos afortunados por vivir en un verdadero paraíso terrenal.

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De islote a isla

Gracias a Miguel Ángel Páez, La Graciosa se ha convertido en la octava del archipiélago canario y la última en sumarse al continente europeo. Lo que comenzó como una anécdota acabo convirtiéndose en realidad y, es que en el 2018 se declaró a este pedacito de tierra como la octava isla de las canarias.

El pasado de La Graciosa

Esta isla, hasta hace poco islote, comenzó a habitarse en 1880 con la creación de una factoría de salazón de pescado. Un siglo después, en 1986 fue declarada Parque Natural y Reserva Marina junto con el resto de roques e islotes que conforman el llamado archipiélago Chinijo ( La Alegranza, Montaña Clara, el Roque del Infierno y el Roque del Este). Con el boom turístico y de la construcción, La Graciosa necesitaba ser reconocida como isla ya que como islote no gozaba de ciertos servicios sociales necesarios para subsistir hasta que el pasado 2018, ese sueño se hizo realidad y La Graciosa luce como la octava maravilla de las Islas Canarias.

La Graciosa en la actualidad

La octava isla canaria, es en la actualidad y centro turístico de gran importancia ya que sus playas paradisíacas, sus calles sin asfaltar y su estilo de vida marengo hace que se convierta en un pequeño gran paraíso para todo aquel que la visita. Todo-Canarias te anima a realizar una excursión a La Graciosa para conocer en primera persona esta nueva isla del archipiélago.

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Experiencia en catamarán en La Graciosa

Te recomendamos contratar una excursión organizada para llegar a todos los rincones más selectos y especiales de la isla. Elige la mejor empresa especializada en este tipo de excursiones a La Graciosa. Una vez que te os recojan en vuestro hotel y/o residencia, pondréis rumbo hacia Órzola, un pueblecito marinero que hace de nexo de unión entre las dos islas.

Una que que zarpemos hacia la octava isla canaria en ferry, llegaremos en pocos minutos a La Graciosa ya que no existen muchos kilómetros entre ambas costas y el recorrido no llega a 30 minutos. Una vez que el ferry atraque, ya estaremos pisando parte del paraíso canario. El pueblo de Caleta de Sebo, la capital graciosera, nos dará la bienvenida y nos trasladará a otra época donde la ausencia de vehículos, construcciones y asfalto será una constante en un pueblo muy marinero y, quizá, el más auténtico de todo Canarias.

Pasearemos por sus calles y seremos testigos de parte de la historia del archipiélago Chinijo. Una vez que hayamos recorrido la capital de la isla, volveremos a puerto para embarcarnos en  un lujoso velero catamarán que nos llevará por las aguas de costa sur de la isla mientras disfrutamos de un refrescante mojito y un rico aperitivo para reponer fuerzas e ir abriendo boca.

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Tras navegar durante un rato, nuestro velero fondeará en Playa Francesa una de las ensenadas más bellas de toda la isla donde podremos admirar sus aguas de colores turquesas transparentes junto a una arena dorada que hacen que se convierta en un paraíso natural y terrenal.

 

En esta paradisíaca playa, tendremos tiempo para disfrutarla ya que podremos tomar el sol, darnos un baño, hacer snorkel o si lo preferimos, la tripulación pondrá a nuestra disposición otras actividades como kayak.

La hora de comer será otra de las claves para disfrutar de una verdadera experiencia a bordo ya que se servirá un almuerzo delicioso con toda la bebida que deseemos para refrescarnos y disfrutar de un entorno envidiable.

Una vez que almorcemos, la sobremesa será relajada y seguiremos disfrutando de la belleza incomparable de la isla y de sus playas. Navegando, regresaremos a la Caleta de Sebo, el punto de partida donde el ferry de vuelta nos dirigirá hacia las costas conejeras para desembarcar en Órzola y dejar atrás el sueño de La Graciosa ya que una vez que hayas finalizado la experiencia, tu retina no podrá olvidar la belleza incomparable de la octava isla canaria.

Para acceder a la Graciosa no se necesita ningún permiso ni documentación especial ya que podrás llevar únicamente una documentación oficial como DNI y/o pasaporte.

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